Puede que alguna vez hayan visto, o hayan participado, en aplicaciones o test para saber a quién deberían votar, de acuerdo con su postura respecto a ciertos temas. Incluso puede que compartieran los resultados en sus redes sociales.

Estas aplicaciones se conocen como Voting Advice Applications (VAA), y pueden definirse como herramientas online interactivas diseñadas para asistir a los votantes mediante la mejora sobre la que deciden cómo votar (Fossen y Anderson, 2014). Con una búsqueda simple en Google, encontramos varias opciones de aplicaciones de este tipo, referidas a elecciones de ámbito europeo, estatal o autonómico.

[Actualización del 10 de noviembre] En Twitter he encontrado la VAA «Aquienvoto.org«, basada en una serie de items de campaña muy interesantes y con una metodología expuesta de forma muy clara en su web. Seguramente será una herramienta muy utilizada antes del 20D.

[Actualización del 27 de noviembre] He visto en el diario Levante-EMV que la UC3M ha publicado una aplicación llamada «Brújula electoral«, que cuenta con un cuestionario basado en los programas electorales.

Información, pero también participación

Como señalan Ladner y Pianzola, existen 6 tipos de votantes, y estas aplicaciones tendrían incidencia directa sobre tres de estas tipologías. Así, las VAA podrían incidir sobre los uninterested, los social isolated y los incompetent; no afectarían a los alienated, a los protesting ni alternatively participating citizens. Uno de los motivos principales, señalan varios autores, es que contribuyen a más y mejor información política, ya que se reducen los costes económicos y temporales para conocer las propuestas. Así,

That is to say, the ‘point’ of VAAs, at a general level, is to address what may be called a democratic ‘competence gap’ between how engaged and knowledgeable they would have to be for the democratic process to function properly (Fossen y Anderson, 2014).

Through increasing the amount of easily available information, VAAs reduce the costs of information gathering and thus increase the likehood of voting (Ladner y Pianzola, 2010).

Es por ello que diversos autores consideran que el auge de estas aplicaciones ha tenido mayor impacto en países con sistemas políticos multipartidistas, donde hay una oferta electoral más variada, y las VAA cubren esa función informadora.

Voting Advice Applications

Sin embargo, como han publicado Álvarez et al. (2014), además de informar, las VAA tienen la potencialidad de cambiar la orientación del 8% de usuarios, y concluyen que el 18% de usuarios prefieren un partido que efectivamente les representa mejor. Si Ustedes han sido usuarios de alguno de estos test, es probable que el resultado obtenido no haya sido la opción que pensaban votar, y tal vez algunos se hayan replanteado a quién votar.

Desarrolladores y metodología

En varios de los trabajos consultados, se ha puesto el foco en los desarrolladores de estas aplicaciones y su metodología, más que en sus consecuencias en participación electoral. Así, como en el caso de los mass media, es esencial conocer quién ha diseñado y creado estas aplicaciones, pues sería posible que empresas con intereses particulares, condicionasen los resultados para incidir en el voto. No es baladí que empresas como Facebook hayan puesto en marcha experimentos con consecuencias sobre la participación electoral. La inmediatez y los bajos costes de la amplificación en las redes sociales podrían servir para que aplicaciones de dudosa fiabilidad llegasen a millones de usuarios, que en apenas dos minutos recibirían el impacto de a quién debería votar, y lo compartiría con sus contactos.

En esta metodología es fundamental saber qué preguntar, esto es, cuáles son los items distintivos entre opciones políticas, y cómo conectarlos con las respuestas de los usuarios. El trabajo de Lefevere y Malgrave recogido al final del post plantea los criterios de selección de esas variables o statements que deberán aparecer en las VAA y que se consideran sus «ladrillos» o elementos estructurales. Así, afirman que deben ser claros, concretos y deben tratar «current political debates», descartando aquellos temas en los que todos los partidos están de acuerdo o en desacuerdo. Se trata, pues, de una conexión entre la selección del usuario con el posicionamiento o dimensión defendida de forma clara por los partidos. No obstante, como señalan los autores, debemos contemplar que «systematically (dis)advantage certain parties and that some are better in matching specific voters to specific parties».

¿Qué opinan Ustedes?

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Álvarez, R.M.; Levin, I.; Mair, P. y Trechsel, A. (2014). «Party preferences in the digital age: The impact of voting advice applications» en Party Politics, 20 (2).

Fossen, T. y Anderson, J. (2014). «What’s the point of voting advice applications? Competing perspectives on democracy and citizenship» en Electoral Studies, 36. Páginas 244-251.

Ladner, A. y Pianzola, J. (2010). «Do voting advice applications have an effect on electoral participation and voter turnout? Evidence from the 2007 swiss federal elections», en Electronic Participation de Lecture Notes in Comupter Science, Vol. 6229. Páginas 211-224.

Lefevere, J. y Malgrave, S. A perfect match? The impact of statement selection on VAA’s ability to match voters and parties. Manuscrito consultado online.

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