Dijo Demóstenes, orador y político de la Atenas del siglo IV antes de Cristo, que las oportunidades pequeñas son el principio de grandes empresas. Y en la política actual, que algunos llaman postmoderna, las oportunidades no siempre son tan evidentes como la que tuvo lugar esta semana en el Congreso.
El partido con mayoría absoluta en las Cámaras votó a favor de una mayor asignación presupuestaria para Balears, pero lo hizo por error. En concreto, se asignarían 322 millones de euros más para una de las Comunidades Autónomas peor financiadas, que protestan menos y junto con Madrid, aportadora neta al fondo regional.
Y es que Balears es una Comunidad cómoda para Madrid. Aquí no se plantean consultas sobre prospecciones, como en el otro archipiélago. Ni siquiera fue una de las chinchetas en el mapa de las primarias de los Socialistas. Eso sí, somos el escenario de la mayor trama judicial de la historia democrática de España, con infantas imputadas, y uno de nuestros exPresidentes ha sido encarcelado. Con Cañellas podrían haber sido dos. Pero la oportunidad prescribió.
Me resulta intrigante ver que este error en la votación, que pone ante las narices de la ciudadanía y de la clase política una pequeña oportunidad única, no ha ocupado las portadas de la prensa local, ni se ha convertido en bandera de los intereses de la ciudadanía. ¿Con qué cara vendrán luego en la campaña oficial, a hablar de defensa de las Balears y su gente, alguien que no ha defendido ese gran proyecto, esa gran empresa, que permitiría esta pequeña oportunidad?
Pocas veces se presenta la ocasión de marcar la agenda de un modo tan evidente, tanto para el gobierno como para las oposiciones.
(15 de noviembre de 2014)
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Entrelíneas es una sección radiofónica del programa A vivir que son dos días Baleares, de la Cadena SER.
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