(1) Hace unos días, en la prensa local de Mallorca se recogía que MÉS per Mallorca, el partido más minoritario del Govern de les Illes Balears (39.327 votos, 4 escaños) había contratado los servicios de una asesora de imagen. Sí, en una precampaña orientada al voto económico, a las utilidades esperadas y los equilibrios multinivel, este partido que encara una tendencia de caída electoral (perdieron casi la mitad de los votos entre 2015 y 2019) supo vender una «reunión de dos horas» —según apuntaba su líder en Twitter— hasta el punto que algún diario llevó esta consultoría incluso a la portada, como si tuviese alguna relevancia para el conjunto de sus lectores.
(2) No es cosa menor, especialmente ante unas elecciones tan polarizadas y una reconfiguración del tablero a derecha e izquierda. La desmovilización es un riesgo fundamental, y partidos como MÉS únicamente aspiran a levantar del sofá a los propios para asegurar algunos cargos y cierta capacidad de decisión, siquiera en algunos municipios. Ya apunté en uno de los debates TOT4 a los que suelo asistir, que este partido está orientado especialmente a la obtención de cargos —según la clasificación de Müller y Strøm—, no tanto las políticas ni los votos, algo que arrastran desde la pasada legislatura con el asunto de la carretera Llucmajor-Campos bajo la presidencia de Miquel Ensenyat en el Consell de Mallorca.
Pero volvamos al estilo para apuntar la estrategia contraria a catch-all, es decir, orientada a no atraer a la generalidad de votantes de manera transversal (incluso apelando al voto útil), sino que apuestan por una estrategia de nicho de mercado, perdedora como todas las estrategias de este tipo en política, si el objetivo es gobernar, que puede que no sea el caso.
No es lo mismo ser un partido el gobierno que un partido gobierno.
Y esto no es un matiz menor.— (@EliGallardo_com) February 7, 2023
(3) La mediatización de la pérdida de la personalidad propia («estos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros»), provocó no pocos comentarios en redes, como los del periodista Miquel Adrover, que en su Twitter comentó «Renovar-se sí, però sense importar receptes de dubtosa acceptació a Mallorca. Mai posar en perill identitat pròpia«. Quid prodest?
Pues incluso VOX, el partido ultra al que MÉS defendía marginar tras un cordón sanitario y hacer dejación de funciones al no debatir con ellos, entró en el tema para frivolizarlo todavía más, como recoge el citado periodista en la red social:
(4) Dejando de lado frivolidades varias, resulta significativo el papel de un partido menor en la futura configuración del Govern para la legislatura 2023-2027, como ocurre desde hace décadas con UM primero, y luego con el PI. Su papel bisagra dentro del Ejecutivo (proyectado desde la opinión publicada) puede verse eliminado y podríamos estar asistiendo en directo a esta inmolación coreada de risas, chaquetas americanas de C&A y deslealtades diarias.
También puede que el dibujo que se esté esbozando sea el de un partido socio desde fuera del Govern.
Sí resulta del todo curioso que, a estas alturas de la precampaña, la apuesta estratégica de MÉS sea diametralmente distinta a la de 2015, en la que revistieron sus temas estrella (cultura, lengua propia y sostenibilidad) con materias sociales, todo ello dentro de una clara apuesta por el marketing político catch-all. Hoy, venden a la prensa y dan vueltas en las redes a su cambio de estilo, jugando con la idea de la pérdida de esencias y con la volatilidad, en lugar de asumir los cambios demográficos y su caída de peso electoral, como apuntamos en este artículo con Víctor Maceda en la revista El Temps.
Tal y como se apunta en el artículo, el socio principal del PSPV en el País Valenciano es Compromís, mientras que en Balears es Podem, algo que tal vez tenga su efecto en el cost of ruling (el coste de haber gobernado), y que MÉS asume, pues se ha dibujado fuera del Govern en muchas ocasiones, tal vez para evitar la corresponsabilidad propia de haber formado parte del Ejecutivo. El hecho de no haber gestionado ninguna cartera de las más delicadas, como Educación, Sanidad, Turismo o Trabajo, ni siquiera ocupando direcciones generales, puede que haya favorecido ese dibujo exo-Govern.
(5) Como me atreví a apuntar antes de que Apesteguia fuese elegido nuevo coordinador de MÉS per Mallorca, y como ya he sugerido unas líneas más arriba, puede que la próxima legislatura su papel —en atención a los votos recibidos— ya no sea el de un partido miembro de una coalición de gobierno, sino que se limiten a ser socios parlamentarios, sin ostentar cargos ejecutivos (dejando así de ser una formación tan claramente orientada a obtener cargos).
De hecho, el coordinador se presentó a las primarias defendiendo que sólo entrarían en un futuro Govern si él era presidente, algo inviable y que luego tuvo que corregir, vistiéndolo de matización y generando un cambio en las expectativas de sus bases.
Para terminar con un juego frívolo del lenguaje, puede que con tácticas como esta, dentro de una estrategia como la que llevan años desplegando, lo que estén asegurando no sea tanto el nicho de mercado como el nicho para sus votos, que la RAE define en su segunda acepción como
2. m. Hueco practicado en un muro para alojar algo dentro, especialmente el que sirve para depositar cadáveres o sus cenizas en un cementerio.
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