Escribió el publicista Luis Bassat que «Cuando ya sabemos qué queremos decir, hemos recorrido solo medio camino. Nos queda por descubrir qué es lo que el espectador quiere oír. Informar y convencer sí, pero seducir y entender, también» (1).
Ironía o no, estos días se celebra la Feria del Libro en muchos rincones del país. Como suele ser tradición, el género más popular es la narrativa, las historias. Y la performance política que consumimos a diario no es sino otro tipo de historias. Actores, tramas, giros narrativos y quizá uno o varios desenlaces abiertos. En los sucesivos capítulos que hemos visto, se nos ha desvelado cuál va a ser la trama o programa de gobierno, con especial énfasis e intriga sobre el cómo se va a desarrollar, es decir, si será un gobierno de coalición mayoritario o minoritario y quiénes lo integrarán, esto es, los actores principales de la historia.
Mientras tanto, como relato alternativo, voces como la del (aún) Presidente Bauzá o la candidata de Palma Marga Durán, que han cosechado los peores resultados de su historia, siguen dibujando un panorama distópico y categóricamente dualista: nosotros o el caos. Un nosotros que acumula una historia, unos impactos sobre la ciudadanía, cuyo desenlace aún está por conocer, en especial el destino político del farmacéutico de Marratxí. Volviendo a las ideas de Bassat, nos queda por descubrir qué quiere el espectador, si quiere esta representación -nunca mejor dicho-, o si detrás del espectáculo hay respuestas a las necesidades reales, pues aunque el marketing es parte de la política, no puede ser que toda la política sea marketing.
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Entrelíneas es una sección radiofónica del programa A vivir que son dos días Baleares, de la Cadena SER
(1) En El libro rojo de la publicidad.
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