Hace cuatro siglos, el filósofo Thomas Hobbes dijo que el hombre es un lobo para el hombre, y dibujó de una vez para siempre la figura de un Leviatán, un ser que dominare el poder religioso y el político, con un cetro en su mano izquierda, y una espada en la derecha. Tal vez fuese interesante hablar otro día de la etimología de derecha e izquierda, «destra» y «sinistra» en italiano, «right» y «left» en inglés.
Hoy la comunicación es el cetro, y el marketing la nueva religión. Dominar un marco mediático es obligar al contrario a entrar en ese marco, y cada semana asistimos a este baile de cetros y espadas. Como la espada que pende sobre la comisión parlamentaria de Son Espases, a trece semanas de las elecciones. Por ella han pasado personajes de la dimensión de Luis Bárcenas y Jaume Matas desde sus cárceles respectivas. O la investigación del Palma Arena y el caso Nóos, con la mediatización de su instructor como carnaza mediática, además de las coaliciones preelectorales en varios municipios, la fragmentación partidista general y el sempiterno centrifuguismo del PSOE.
Sin embargo, desconocemos las concreción práctica de los partidos que nos van a gobernar en menos de cien días: no vende. En la teoría politológica, las campañas se deben orientar a seducir y movilizar, pero en la práctica vemos el desgaste y la acusación, el uso de marcos negativos, como un juego donde no gana el mejor, sino el menos malo.
No es esta una crítica, sino una constatación de que nos gustan las historias, las ficciones. Como la del pacto social o la separación de poderes. Como la de un Leviatán que es uno y no varios, o que votar no sirve para nada.
(21 de febrero de 2015)
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Entrelíneas es una sección radiofónica del programa A vivir que son dos días Baleares, de la Cadena SER
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