Aunque les suene a mainstream, soy más de series que de películas. No soy un consumidor en exceso, ni me suelo enganchar fácilmente, pero me gusta transitar por las tramas hasta que dejan de interesarme o se acaban.

Tal vez mi forma de relacionarme con las series no sea la de un seriéfilo estándar, sobre todo si se lo preguntamos a uno de ellos. Soy un consumidor de ficciones, y exprimidor de aquellas que más me gustan, que suelen ser aquellas con contenido político. Por eso me alegré mucho cuando Julio Otero y Diana Rubio me propusieron colaborar en un libro colectivo sobre series políticas, que son las series que más consumo, y porque así podría dar rienda suelta a algunas ideas que tenía anotadas en varios de los cuadernos que siempre llevo conmigo.

Politica en serie comunicacion

Me dieron la total libertad de escoger el tema, y al ver el plantel de compañeros que iban a escribir, me di cuenta de que era toda una oportunidad para leer entre líneas las series, para tender puentes entre la teoría y la práctica y hablar con otros frikis como yo, sobre política-ficción y política-no-tan-ficción. Mi trabajo en la campaña anterior, unido a la experiencia en marketing online y mi cargo actual de director de comunicación, me llevaron a escribir sobre «New Media y política: teoría, práctica y técnica», un tema del que acumulo varios cientos de lecturas académicas y de posts, y que perfectamente podía alambicarse de las series que sigo consumiendo.

Por supuesto, vaya por delante mi humilde reconocimiento de que no he visto todas las series sobre política de los últimos veinte años; tampoco he visto esas rara avis que tanto visten en conversaciones hipster, donde miden quién la tiene más larga (la lista de series y de horas dedicadas). He escrito con el material que he acumulado hasta ahora, y le he intentado sacar todo el jugo. Seguramente debería haber visto más series y rarezas, me gustaría haber consumido más series de las que extraer el contenido político, pero este no es un libro ni un capítulo sobre todas las series del mundo mundial, ni busco la verdad absoluta de nada. De hecho, Julio y Diana nos invitaron a abandonar las citas y teorías académicas —en mi caso no pude evitar alguna que otra referencia—, para que fuese un libro ameno y llegase a todo tipo de públicos. Y creo que lo hemos conseguido.

Además, tenemos detrás una editorial tan potente como Libros.com, con la que tuve el placer de «estrenarme» en el micromecenazgo, financiando el libro de Carlos de Vega, Se alquila Casa Blanca. La tranquilidad de contar con grandes profesionales en la edición, es un plus más para este libro, que ya tengo ganas de presentar junto a este genial plantel de compañeros. Por eso, os invito a que sigáis el proyecto en la web que la editorial ha creado, y que empezará la fase de crowdfunding el próximo lunes 22 de febrero. Podéis acceder pinchando en la imagen de la portada provisional del libro.

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