Escribió Ortega y Gasset (1) que la muchedumbre, la masa, nunca había gobernado tan directamente como en su época, los años treinta del siglo pasado. A eso lo llamó hiperdemocracia. Pensando en el momento actual, en la precampaña electoral autonómica y municipal, si hay algo que las defina es la movilización esperada.
Unos, desde la derecha, se han acostumbrado a ganar elecciones gracias a la movilización del electorado propio, y la desmotivación, la desmovilización de las izquierdas. Sin embargo, en esta legislatura, mientras los neoconservadores vendían macrocifras positivas sobre el papel y se fracturaban consensos, las izquierdas de la oposición celebraban primarias y llenaban calles, ergo movilizaban a bases y simpatizantes. Más en concreto, las activaban.
Ahora, a poco más de 15 semanas para el día clave, el aún Presidente Bauzá ha reconocido que hay votantes de su partido descontentos, ergo que puede que no se movilicen, socavando el fundamento de las mayorías absolutas del Partido Popular: la participación del electorado conservador. Y si recordamos una de sus frases, sin mayoría absoluta no gobernarán. De ahí los intentos de perjudicar a las oposiciones, por ejemplo, explotando la imputación del alcalde de Lloseta, haciendo oposición a la oposición, haciendo vieja política.
Dijo Josep Meliá padre (2), que «A fin de cuentas, lo que decidirá el futuro será la responsabilidad civil de la gente mallorquina, de la masa, que es la que configura el pueblo (…)». Podríamos añadir que de ella dependerá la fragmentación y la movilización, que se dibuje un nuevo escenario que se intuye multipartidista, como la propia sociedad.
(07 de febrero de 2015)
_
Entrelíneas es una sección radiofónica del programa A vivir que son dos días Baleares, de la Cadena SER
(1) En La rebelión de las masas.
(2) En Los mallorquines.
0 comentarios